Allá por el año 1850, en pleno auge del daguerrotipo, nacieron los primeros estudios fotográficos. Aunque teniendo en cuenta que no existía la luz eléctrica, poco se parecían a los que conocemos hoy en día. Se trataban más bien de enormes naves de armazón metálico con techo de cristal, por donde entraba la iluminación natural del sol.
Teniendo en cuenta la larga exposición que requería un daguerrotipo para dar una imágen nítida, ser modelo en aquella época debía ser un trabajo duro. Entonces, la decoración servía no solo para captar una bonita imágen, sino también para hacer más cómoda y llevadera la sesión. Como dato más que curioso, cabe mencionar que llegaron a usarse artilugios que aguantaban la cabeza y mantenían la espalda recta, de manera que el modelo no se moviera (hecho bastante caricaturizado en su época).
lunes, 13 de octubre de 2008
Ser modelo del daguerrotipo
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