Por un .ar más accesible

Ya en mi último post de la asignatura, me gustaría cerrar el ciclo como lo empecé, con una noticia de Argentina. Es curioso saber que en un país donde nada funciona como es debido para la gente con discapacidades, el congreso de diputados lanza un proyecto de ley que regule el diseño de páginas web bajo unos requisitos de accesibilidad para este tipo de gente ("con el objetivo de garantizarles la igualdad real de oportunidades y trato, evitando así todo tipo de discriminación", dice). Me parece perfecto, la gente con discapacidades debe tener las mismas oportunidades que cualquiera para acceder a la red. Al menos así podrán moverse por algún sitio sin problemas, ya que si salen a la calle se encuentran con unas infraestructuras y unos servicios públicos que garantizan la desigualdad real de oportunidades y trato, creando así todo tipo de discriminación.

¡Un urra por los diputados del congreso, que ya que no pueden crear un entorno accesible para los discapacitados, los meten en casa a navegar por Internet!

El YouTube de la televisión

Según una investigación del MIT, la televisión interactiva es una oportunidad de negocio no solo por la capacidad de crear contenidos interactivos, sino también por la capacidad de crear experiencia social. Existen aplicaciones que incitan a la interactividad de los espectadores en tiempo real. Vamos, una especie de YouTube pero a través de la televisión. Funciona grabando programas de televisión y compartiéndolos con gente de cualquier país. Así, los contenidos no están determinados por el tiempo o el espacio: puedes ver cualquier cosa de cualquier sitio a cualquier hora, sin estar en ese momento y sin tener la obligación de sintonizar el canal. Además, permite comentarios de los usuarios (algo así como los SMS de los programas del corazón). Claro que esto no podemos hacerlo solo con la pantalla del televisor, sino que hace falta un dispositivo externo y ya sabemos como está este tema…
En fin, que si todo esto prospera vamos a tener dos cosas que nos encantan juntas: la tele y una red social. Aunque habrá que ver si esto logra que la vieja tele repunte sobre la todopoderosa red de redes.